PODA EN EL CULTIVO DE AGUACATE.
La poda constituye una labor importante en el cultivo de aguacate, la cual debe ser entendida y practicada para asegurar los altos rendimientos; sin embargo, es desconocida por muchos productores. Un árbol sin ninguna labor de poda origina una múltiple ramificación en la parte baja de la copa con ángulos muy cerrados, lo cual favorece el desgajamiento de las ramas debido al peso de la cosecha y al viento. Asimismo, la poda en aguacate ayuda a que penetre la luz solar de manera más uniforme dentro de la copa, con lo cual se evita tener ramas interiores improductivas e inclusive reducir la presencia de plagas y enfermedades al evitar generar microclimas favorables para estos organismos. De la misma forma, la poda en el árbol de aguacate permite tener un menor porte de los árboles, que repercutirá en mejores tratamientos sanitarios y mayor número de plantas por área, así como facilitar la cosecha.
¿POR QUÉ REALIZAR PODA EN AGUACATE?
La poda persigue distintos objetivos, el primero de ellos es el de establecer una estructura de la copa en las primeras etapas de desarrollo. Posteriormente se realizará para controlar el tamaño de los árboles, la cual debe permitir el manejo eficiente de la plantación. Asimismo deberá emplearse para rejuvenecer plantaciones, y así recuperar la productividad y calidad perdida mediante la captación eficiente de luz y una adecuada ventilación del huerto, misma que ayuda a reducir los problemas fitosanitarios en el cultivo.
Época de la poda. La mejor época para realizar esta práctica es inmediatamente después de la cosecha, debido a que el árbol dispone de mayor tiempo para la maduración de los nuevos brotes, permitiendo que cuando existan las condiciones inductivas, los brotes puedan florecer. Por otra parte, la poda tardía retrasa e inhibe parcial o totalmente la floración.
Poda excesiva o severa. Es el resultado de realizar cortes en ramas de más de 5 cm de diámetro, provocando abundante crecimiento vegetativo y disminuyendo drásticamente el rendimiento.
Poda ligera. Se realiza al cortar de 50 a 75 cm de longitud en ramas con menos de 5 cm de diámetro. Con esta poda se estimula una brotación de tres a seis nuevos crecimientos vegetativos. Los nuevos brotes madurarán el mismo año en que es realizada la poda y darán lugar a la producción del año siguiente. Este tipo de poda puede retrasar la producción, dependiendo de la época en que se realice y se emplea sólo en árboles en producción para mantener su productividad año tras año y su tamaño.
SISTEMAS DE PODA.
Poda de formación. Se busca tener una estructura con 3 o 4 ramas sobre el tronco principal lo mejor distribuidas y a diferentes alturas para evitar desgajamientos con la carga de fruta o vientos fuertes. El objetivo es formar una planta que facilite labores de cosecha y de sanidad, además de favorecer una mayor entrada de luz a las ramas interiores e incrementar los rendimientos. Asimismo, con la poda se favorece la aireación, lo cual trae dos beneficios: 1) recambio en el aire y particularmente del CO2, lo cual sin duda favorece en mayor fotosíntesis y por ende en el rendimiento; 2) aireación adecuada para disminuir la incidencia de plagas y enfermedades al evitar formar microclimas favorables para estos organismos. El encalado de las ramas se hace necesario para evitar daños por los rayos solares.
Poda de ramas bajas. Se realiza para mantener despejado el tronco desde su base hasta un metro de altura. El propósito de esta poda es el de evitar que los frutos estén cercanos al suelo o malezas, así como el de evitar enfermedades como la antracnosis o mancha basal, al reducir la humedad relativa que favorece el desarrollo de estos patógenos.
Poda de ramas apicales y laterales. Debe realizarse sólo en aquellas regiones donde se presenta el traslape de distintas floraciones y por lo tanto, de cosechas. Esta poda permite retardar el crecimiento lateral y apical para que los árboles tarden más en cerrarse. Se recomienda hacer después del cuajado de frutos y cuando el brote vegetativo de primavera haya terminado su crecimiento. Los brotes deben reducirse de un 30 a 50 % de su longitud.
Poda de apertura foliar o “ventaneo”. Después de 6 años las ramas internas de la copa son improductivas en arboles sin podar, por lo tanto, estas ramas deben eliminarse en su mayoría y sólo seleccionar las necesarias para permitir la penetración de la luz. Las ramas internas seleccionadas serán estimuladas por la luz solar para producir flores. Por otra parte, con este ventaneo se facilita la aplicación de los agroquímicos, así como la cosecha de los frutos. Esta poda debe hacerse después de la cosecha.
Poda de rejuvenecimiento. Las ramas entrecruzadas son improductivas, ya sea dentro de la copa o con otros árboles adyacentes. Esta improductividad es causada por la falta del estímulo que genera la luz solar. Asimismo, se tiene incidencia de plagas y enfermedades, lo cual hace necesaria esta poda para recuperar la productividad del árbol. Esta poda consiste en remover tanto ramas como parte del tronco principal (en caso de que el árbol nunca haya sido sometido a podas) a una altura no mayor a 2 metros. Después de 3 años se espera tener recuperada la productividad normal del árbol.
Poda de aclareo de árboles y cambio varietal. Consiste en eliminar total o parcialmente (dejar solo el pie del árbol para injertar) en un 50 % las hileras de la plantación, brindando la oportunidad para mejorar la calidad de la producción de aguacate mediante el cambio de variedad. El cambio de variedad puede realizarse a través de injertos en los árboles que fueron podados de la variedad anterior, y que sirven como portainjerto. El cambio de variedad vía injerto se realiza en troncos sanos y los brotes de los injertos no deben dejarse crecer más allá de 1. 5 metros. Otra manera de cambiar variedad es mediante la eliminación total de los árboles, que son sustituidos por plantas de la nueva variedad.
Bibliografía.
INTAGRI. 2017. La Poda en el Cultivo de Aguacate. Serie Frutales Núm. 28. Artículos Técnicos de INTAGRI. México. 3 p.
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